Juan XXIII y el Extraterrestre

De vez en cuando me gusta bajarme programas de radio de temática paranormal, lo oculto, el mundo del misterio, etc., para escucharlo mientras doy un paseo por el campo. El programa que descargué ayer fue Espacio en Blanco, un programa con el que aprendí bastantes cosas del mundo del misterio en mi adolescencia y que, por suerte, volvió hace 1 años más o menos después de que desapareciera de antena por una larga temporada.

El programa que escuché fue el emitido el pasado 6 de junio y en él se mencionó una historia que me sorprendió mucho y que quiero compartir aquí con vosotros.

Por lo visto -según el relato- el Papa Juan XXIII tuvo un encuentro con un extraterrestre en los jardines de la residencia veraniega de Castel Gandolfo. 'Si, claro' -me diréis, y lo mismo pensé yo, pero esperad a tener todos los datos para dictar un veredicto.

Los hechos ocurrieron en 1961 en el mes de julio. Juan XXIII se encontraba paseando por la noche con su asistente personal, Monseñor Loris Capovilla, muy joven entonces. Según Capovilla:

El Papa y yo estábamos andando a través del jardín una noche de julio de 1961, cuando observamos sobre nuestras cabezas unas naves; eran de forma oval y tenían luces intermitentes azules y ámbar. La nave pareció sobrevolar nuestras cabezas por unos minutos, luego aterrizó sobre el césped en el lado sur del jardín. Un extraño ser salió de la misma; parecía humano, a excepción de que estaba rodeado de una luz dorada y tenía orejas alargadas.

Su Santidad y yo nos arrodillamos, no sabíamos lo que estábamos viendo, pero supimos que no era de este mundo, por lo tanto debía ser un acontecimiento celestial. Rezamos, y cuando levantamos nuestras cabezas, el ser estaba todavía allí. Esa fue la prueba de que no habíamos tenido una visión. El Santo Padre se levantó y caminó hacia el ser. Los dos estuvieron hablando unos 20 minutos. No me llamaron, así que permanecí donde estaba y no pude oír nada de lo que hablaron. Finalmente el ser se dio la vuelta y caminó hacia su nave... y se marchó. Su Santidad regresó y me dijo:

“Los hijos de Dios están en todas partes; algunas veces tenemos dificultad en reconocer a nuestros propios hermanos.”

Daniel Muñoz, invitado en Espacio en Blanco, explica que esta historia sale a la luz cuando el mismo Loris Capovilla la cuenta en un diario inglés en 1985, pero pronto se queda en el olvido, supongo que porque la noticia la dio el tabloide The Sun, conocido este tipo de periódicos por ser sensacionalistas y poco serios, aunque muchas noticias que algunos consideran poco serias no dejan de ser ciertas.

El caso es que en 2007, en una conferencia ufológica, Monseñor Higinio Alas Gómez, obispo para Centro América de la Iglesia Católica Ecuménica de Jesucristo, volvió a sacar el tema y en una entrevista telefónica con el programa mexicano Tercer Milenio aseguró que ante el hecho de la pronta muerte por cáncer de estómago que se le diagnosticó a Juan XXIII, se le preguntó por aquél encuentro con el extraterrestre y él contestó que éso se lo llevaba en su corazón, que él no lo iba a revelar todavía.

Aquí tenéis un vídeo que habla de este tema:




Por otro lado, recordemos las recientes declaraciones del astrónomo jefe del Vaticano, José Gabriel Funes, cuando comentó en el diario L'Osservatore Romano que "no existe ningún tipo de conflicto en la fe cristiana considerar la posibilidad de que exista vida inteligente en otros planetas, que podría ser incluso, más evolucionada que la especie humana.

Tal como hay una multiplicidad de criaturas en la Tierra, puede haber otros seres, incluso inteligentes, creados por Dios […] Esto no se opone a nuestra fe porque no podemos poner límites a la libertad creativa de Dios ¿Por qué no podemos hablar de un ‘hermano extraterrestre’? Éstos seguirían siendo parte de la creación", señaló.

Está claro que algo se está moviendo en el Vaticano.