sábado, 12 de febrero de 2011

El Dr. Waldo Vieira

     Hace un par de días, buscando cierta información sobre un aspecto concreto del espiritismo, encontré un interesante artículo publicado en la página del Centro Espírita Bezerra de Menezes, creo que de Brasil.

     En él se menciona que el célebre médium brasileño Chico Xavier trabajó durante unos años, codo con codo, con el también médium psicógrafo por aquél entonces, Dr. Waldo Vieira. Por lo visto ambos médiums tuvieron durante estos años de labor espírita en común a los mismos guías espirituales; tal era la afinidad de estos dos hombres y de sus guías que, estando a kilómetros de distancia, psicografiaron diferentes partes de algunos libros que solo juntas cobraron sentido y así fueron publicados.

      El caso es que con los años, el Dr. Vieira se sintió desencantado con la labor espírita que se estaba realizando, y después de mucho meditarlo, decidió abandonar a Chico Xavier para emprender un camino de autoindagación a través del viaje astral y la proyección de la conciencia.

      Lo que encuentro realmente interesante en este artículo son las declaraciones que vierte el Dr. Vieira con respecto a la figura de Allan Kardec y la corriente cristiana del espiritismo actual. Habiendo sido no solo un espiritista cristiano él mismo, sino también un médium instrumento de los mismos guías espirituales que Chico Xavier, sus declaraciones -opino- merecen una especial atención. Según el artículo de esta web espírita:


(…) Waldo dice que Allan Kardec cometió un error cuando codificó el Espiritismo al ponerlo bajo el manto de la religión. Kardec vio que la nueva ciencia que estaba naciendo solo como ciencia no daría cierta, entonces ha puesto Jesucristo, para llamar el pueblo a la nueva Doctrina.
También dijo que Kardec cometió un error al poner santos católicos en el Espiritismo. San Agustín, San Pablo, Vianney (Cura de Ars), San Vicente de Paúl, Francisco Javier, Juan Evangelista, San Luís y otros.
Estos Espíritus ayudaron al Espíritu de la Verdad a codificar el Espiritismo y según los críticos eso dejó una rancia del catolicismo en la Doctrina. Se olvidan de que la evolución es inherente en nosotros.


(…) Waldo se refiere a Kardec como un hombre inteligente para su tiempo y lo qué escribió no está actualizado. Recuerdo que muchos Espíritas fanáticos se refieren a Allan Kardec como un Espíritu perfecto, que es casi igual a Jesús, mientras que Waldo se refiere a él como una persona muy común, con pocos créditos. Son los extremos evaluando la misma persona. 

(...) Para Waldo Vieira Allan Kardec fué un hombre común y hasta lleno de problemas que se dejó influenciar por la Revolución Francesa, diciendo que los franceses de aquella época necesitaban de religión y no de ciencia y que por eso Kardec puso Jesús en el Espiritismo. Así Kardec, cuando formuló la nueva doctrina, puso Jesucristo en ella para que el pueblo pudiese entender lo que se propone. Waldo hace la colocación de que Kardec fué muy imprudente en la codificación y que se dejó engañarse por Espíritus que eran católicos practicantes en la tierra. Por eso cree que el Espiritismo está lleno de errores y rancias católicas.


(…) Waldo dice que hay Espíritus y que ellos ayudan en los viajes astrales. Habla de serenões que son seres desenvolvidíssimos, tranquilos y despojados de dogmas religiosos, identidades nacionalistas o adoctrinamiento.


(…) Waldo dice que dejó el Espiritismo porque deseaba aprender mucho más a través de la proyección de la conciencia y que el Espiritismo obstaculizaba mucho sus movimientos y estaba estrechamente vinculado a ayudar al prójimo y eso no le interesaba.



      En el artículo también se le critica al Dr. Vieira que no se muestre respetuoso ante la figura de Jesús. Independientemente de que se quiera creer, aceptar o no la figura de un maestro, aunque solo sea por los seguidores de estos maestros, sí creo que uno debería mostrar cierto respeto hacia estos guías, independientemente de que los consideremos o no idóneos para nuestro carácter.

      Según he podido leer, el Dr. Vieira ha sido duramente atacado por estos espiritistas cristianos que se han sentido traicionados. Él solo se ha limitado a contestar en contados artículos y vídeos que, los que sabéis portugués, podréis encontrar por la red.

      Tal vez merezca la pena estudiar un poco más de cerca las enseñanzas de Dr. Vieira y ver si lo suyo es locura o auténtica sabiduría.




martes, 8 de febrero de 2011

La verdadera espiritualidad


      Ramiro Calle es el principal maestro y escritor de yoga culpable de que a la edad de 18 años descubriese la espiritualidad oriental y, al mismo tiempo, averiguase que otras filosofías no eran realmente contrarias a la religión en la que había crecido.

     A través de algunas de sus obras pude crecer espiritualmente,  pude expandir mi mente y verme motivado a seguir buscando más y todo ello me ha ayudado a concebir una espiritualidad universal en la que creo debería evolucionar el espiritismo de hoy, porque el espiritismo debería ser considerado un movimiento espiritual más que religioso. Como dice el maestro Calle:

Para mí la espiritualidad nada tiene que ver con las creencias, los dogmas o las religiones. Una persona puede ser muy espiritual sin pertenecer a ningún culto o sin tener ninguna creencia, y otra que se dice muy religiosa y sigue los dogmas, no tiene nada de espiritualidad.

     Me gustaría dejaros hoy con parte de una entrevista que le hicieron hace unos meses a Ramiro Calle para la Revista Namaste:


¿Qué entiendes por espiritualidad?
 

Entiendo la espiritualidad como una actitud y un proceder. También como una aspiración y un modo de vivir. Una aspiración de perfeccionarse, lograr que la consciencia evolucione, mejorar no solo la calidad de vida exterior sino la interior. Un modo de vivir que se base en la nobleza, la compasión, la cooperación y la mutua ayuda. Una actitud inspirada en la atención consciente, el sosiego, la ecuanimidad, la lucidez. Un proceder que permita conciliar los propios intereses con los de los demás, que esté libre de ofuscación, avidez y odio, y encuentre su luz en la claridad mental, la generosidad y el amor.

Para mí la espiritualidad nada tiene que ver con las creencias, los dogmas o las religiones. Una persona puede ser muy espiritual sin pertenecer a ningún culto o sin tener ninguna creencia, y otra que se dice muy religiosa y sigue los dogmas, no tiene nada de espiritualidad. La espiritualidad es, pues, una motivación consistente en humanizarnos y respetar a todas las criaturas sintientes. Y la espiritualidad hay que llevarla al corazón mismo de la vida y con esa actitud que es la del noble arte de vivir, impregnarlo todo. La espiritualidad está en el cuerpo, la sexualidad y el instinto, las emociones y la mente. Es un espacio de consciencia y el que llamaba Buda el recto proceder y el recto sustentamiento. ¡Ay de aquel- dicen los sabios de Oriente- que por ir en su propio beneficio va sistemáticamente en detrimento del de los otros.

Siempre se habla de un cambio colectivo, pero nunca llega y cada día hay más codicia, ofuscación, odio, rivalidades. ¿Qué puede hacer una espiritualidad verdadera para cambiar el mundo?

Se ha dicho que si por cada ciudad 
hubiera una persona despierta, verdaderamente despierta, cambiaría la faz del mundo. Todo lo peor surge de la ofuscación, en la que entroncan la desmesurada codicia y el odio. La tragedia es vivir de espaldas a lo mejor de uno mismo, creer ilusoriamente que no morimos (el “ milagro” es siempre creer que los que mueren son los otros) y no tratar de crecer interiormente y humanizarnos. Como dice Baba Sibananda, venimos aquí unos solos días para hacernos la foto y luego nos marchamos. El único sentido, y en eso la actitud de la verdadera espiritualidad es de enorme ayuda, es cooperar con nosotros mismos y con los demás. La espiritualidad verdadera, y no las iglesias instituidas, es la que puede mejorar el mundo… Pero para ello urge cambiar la mente, porque si el reformador no reforma su mente, por ejemplo, ¿qué tipo de reforma podemos esperar de él? De los políticos prefiero ni hablar: son actores frustrados. Como dijo Jesús, ciegos dirigiendo a otros ciegos y todos al barranco. Coincido plenamente con Krishnamurti cuando dijo que los políticos no son gentes de fiar, pero no quiere decir que no haya alguna excepción al respecto.

¿Cuál es tu sentimiento y pensamiento sobre Jesús?

Para mí Jesús forma parte del linaje de los grandes liberados-vivientes,
aquellos que han sido, en palabras suyas, la sal de la tierra; los que han
superado todas las mancillas de la mente y han permitido así que aflore la compasión infinita. Por esa compasión infinita invirtieron sus vidas en llevar hasta los demás las enseñanzas, métodos y claves para la elevación de la consciencia y la conexión con el nivel de Arriba. Jesús era de Arriba.

¿A qué hay que renunciar para ser libre?

Al afán de posesión, a la necedad y ofuscación de la mente, a la idea ilusoria de que podemos controlarlo todo, al apego y el aborrecimiento, a los viejos patrones y esquemas y filtros socioculturales. Morir para renacer. A cada momento, a cada instante, sin acarrear la mente vieja saturada de heridas, rencor, miedo, afán de venganza. Desidentificarse del ego para ser uno mismo; desalienarse, recuperar el hogar interior.

¿Por qué hay tanta avidez y codicia en el mundo?

La codicia es el resultado del ego irrefrenablemente voraz, que solo quiere acumular y retener, que está en el tener y nunca en el ser. Es la mente calculadora y rentabilizadora, que no tiene fin, que es como un rapaz estómago sin fondo. Es el mayor mal de esta sociedad, la que crea todo tipo de desigualdades, explotaciones, denigraciones, manipulacio-nes, horror. La codicia no tiene fin y un sabio hindú la llamó el “círculo vicioso del noventa y nueve”. Cuando uno tiene de algo noventa y nueve, la mente dice “voy a redondear hasta cien” y cuando tiene ciento noventa y nueve, “voy a redondear hasta doscientos” y así sucesivamente. El signo del kali-yuga, la época más negra, es la codicia. Invade todos los estamentos, instituciones, y demás, como una marea negra y pestilente.

¿Dónde está la sabiduría? ¿Y dónde la gracia?

Dentro de uno. La gracia si estuviera fuera, vendría y se iría, pero está dentro de uno. Hay que ganarla, hay que activarla, hay que merecerla. No viene gratuitamente. Es lucidez y compasión. Igual que un ave necesita de ambas alas para remontar el vuelo, así las alas para remontar el vuelo hacia el Ser son la lucidez y la compasión.


¿Qué reacción te despierta la muerte?

Déjame hacer una broma, querido Joaquín: cuando me esté muriendo te lo diré. Mientras tanto es una idea, pero una idea que hay que instrumentalizar para ser más honesto, vital, sabio, amoroso. El recordatorio de la muerte es fantástico. Tenemos que aprender a soltar, empezando por este cuerpo, que un día dejaremos como unos zapatos viejos. Decía Buda que ante la muerte todo palidece. Recordarla nos hace más humildes. Si fuéramos a cada momento conscientes de la muerte no seríamos tan mezquinos, no tendríamos tantos apegos bobos, seríamos más cooperantes y amaríamos más a los seres queridos, pues les podemos perder en cualquier instante.


Podéis leer la entrevista completa en el siguiente enlace:




José Manuel.